Historia emblemática




Una historia bíblica emblemática que me llamó la atención desde que la escuché la primera vez repitiendo el primer grado en el Colegio Humboldt en Caracas (1953) en una clase de religión (creo que la profesora no era católica sino de algún culto protestante) es la del sueño de José[1] y los 7 años de vacas gordas seguidos de los otros 7 de vacas flacas (el 7 es número bíblico). Comprendí, sin percatarme en ese momento, lo capté en el inconsciente y luego se volvió consciente, el concepto de la precaución, de la previsión: no volverme loco y despilfarrar el dinero en los tiempos de bonanza, la necesidad de ahorrar e invertir para los tiempos de penuria, concepto absolutamente ausente de las creencias de la mayoría de la población de este país en vías de extinción, en particular de los “gobernantes”. También la fábula de “La cigarra y la hormiga”: en el verano la cigarra despreocupada, viviendo cual larva, disfrutando del calor y del sol, se moca de la hormiguita que día tras día trabaja sin descanso almacenado alimento en su hormiguero, preparándose para el crudo invierno: “¿No te cansas de trabajar hormiga pendeja, cargando todo el día comida a tu escondrijo? Haz como yo, aquí en esta rama disfrutando del sol y de la brisa, dándome la gran vida, no tengo que hacer mucho esfuerzo para comer”. Y la hormiga callada hacía caso omiso a la burla de la indolente cigarra, pero para sus adentros se decía:Ya verás cigarra floja quien es la pendeja, cuando llegue el invierno, ese frío y la lluvia, te vas a helar, todo estará seco, y no tendrás nada que comer”. Y el invierno llegó y la indolente cigarra con aquel frío encojonante y muerta de hambre le toca la puerta a la hormiga para que la auxilie, como tendremos que hacer aquí si finalmente logramos la expulsión de los delincuentes que asaltaron el poder del otrora Estado con la anuencia del redomado pueblo-pendejo, tocar la puerta a los organismos financieros internacionales para que nos auxilien a salir de esta debacle, ¿habremos aprendido la lección?, ¿se repetirá la historia del caudillo-tigre y del pueblo-conejo? (Polibio y el concepto circular de la historia). Espero que al menos por cien años quedemos vacunados contra el populismo, el militarismo, y la farsa ideológica del socialismo, no sé, la verdad no sé.

La fábula de la hormiga y la cigarra me recuerda un film español, de los mejores que he visto, “Los lunes al sol”, protagonizada, entre otros, por ese excelente actor, Javier Bardem: “Situada en una ciudad del norte de España la película relata la vida cotidiana de un grupo de trabajadores que afrontan el desempleo con malestar, miedo, desesperanza y frustración. Cada uno de los personajes sobrelleva y afronta esta nueva situación con estrategias y recursos distintos: Santa (personaje interpretado por Javier Bardem) intenta mantener una posición crítica y de inconformidad social, trata de "comerse el mundo", aunque todo está ya en su contra; José (Luís Tosar) vive con vergüenza su sensación de dependencia de su esposa, y el carácter se le va agriando, volviéndose más introvertido; Lino (José Ángel Egido) oculta su edad, tratando de aparentar una imagen más juvenil para encontrar empleo, pero su miedo, ansiedad e inseguridad son evidentes; Amador (Celso Bugallo) es la imagen del hombre que se ha aislado, que ha dejado ya de luchar, que no soporta que su mujer le haya abandonado. Cada personaje nos muestra diferentes facetas de las dificultades de los hombres en el paro y en situaciones de precariedad laboral”[2]. Ese grupo de desempleados recorre diariamente las calles de una ciudad costera, buscándole a la vida las salidas de emergencia. En el bar se mezclan los recuerdos y los proyectos, se comparten las frustraciones y las esperanzas. Como un fantasma, el cierre del astillero no cesa de estar presente en sus mentes y conversaciones. En una escena el personaje que Bardem representa, Santa, un tipo despreocupado, jodedor, simpático, mentiroso, fabulador, solidario, desempleado como los otros por el cierre de un astillero, no recibió indemnización alguna por haber instado a sus compañero a declararse  huelga, pasa su tiempo bebiendo en el bar que uno de sus compañeros adquirió con el dinero producto del acuerdo propuesto por la empresa a los trabajadores del astillero, se relaciona con la joven hija del dueño del bar y ella le pide que la sustituya una noche para cuidar a un niño de una familia adinerada, mientras ella se ve con su novio. Santa invita a sus amigos desempleados que lo acompañen, en la casa se beben el costoso wisqui del propietario, el simpático personaje lleva al niño a dormir a su cama, éste le pide que le lea un cuento: el de la cigarra y la hormiga, al terminar el relato le comenta al niñoPero qué hija de puta esta hormiga que no quiso ayudar a la pobre cigarra muerta de hambre y de frío que le pidió ayuda, niño eso no es así, eso no está bien, está muy mal… muy mal…”.

Otra de las escenas de humor negro al final de ese film:  muere uno de los desempleados asiduos al bar, Amador, un hombre envejecido, amargado, deprimido, solitario, su mujer lo había abandonado, Santa descubre su cadáver en la platabanda del edificio donde residía el pobre hombre, se había suicidado lanzándose desde su apartamento. Santa y sus amigos trasladan el cadáver a una funeraria, lo creman, y sus cenizas son guardadas en una caja de metal, no tenían dinero para un mejor recipiente, deciden lanzar los restos del amigo al mar, del bar van al muelle y abordan un ferri, Santa dice que él sabe pilotearlo pues asevera haber trabajado un tiempo en un barco, le preguntan si laboró como timonel y él responde “cocinero”, se ríen, conocen las mentiras del personaje. Santa enciende el motor del ferri pegando los cables del encendido, avanzan unas pocas millas y el motor se apaga, entonces, alguien pregunta acerca de las cenizas “Dónde está la cajita con los restos de Amador”, en el apresuro la habían dejado en el bar, no les quedó otra opción que reírse, el film termina cuando en la mañana se descubre el robo del ferri que se observa a la deriva desde el muelle, una fila de usuarios esperando utilizar el servicio, movilización de la policía y de empleados del ferri, gritos, pitos, Santa y sus amigos, sentados despreocupados en la cubierta de la embarcación, él pregunta a uno de ellos “¿Qué día es hoy”, le responde “lunes”, están tomando sol.



[1] 15 Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; más he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos.16 Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón.17 Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río;18 y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado.19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto.20 Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas;21 y éstas entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiesen entrado, porque la apariencia de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo desperté.22 Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas.23 Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas;24 y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, mas no hay quien me lo interprete.25 Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer.26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo.27 También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre.28 Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón.29 He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto.30 Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra.31 Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima.32 Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla.33 Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.34 Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia.35 Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.36 Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.  Génesis 41, Reina Valera, 1960. https://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A9nesis+41&version=RVR1960

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