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Sobre amores fallidos

  Sobre amores fallidos   Y así me enamoré de Marialba hermana de un amigo. Marialba bellísima, morena clara, ojos negros como la noche, pelo negro que le llegaba hasta la cintura, boca apetitosa, una diosa griega. Jugó conmigo, al menos eso sentí y creí. Bailábamos en las fiestas de la familia y amigos, del grupo, me incitaba a que le cantara al oído “Mi Puerto Cabello”, la hermosa canción compuesta por Ítalo Pizolante, no me ponía el típico freno de las muchachas de la época, la distancia para impedir el acercamiento de los cuerpos. Me le pegaba y sentía que la gloria me invadía y la erección súbita. Me daba esperanzas, disfrutaba de mi embeleso, del romanticismo que con el tiempo ha perdido su ímpetu inicial. Dormía mal, pasaba noches en vela fantaseando con Marialba (un año mayor que yo, ella 17, yo 16), en mi imaginación la desnudaba, la besaba en la boca, los senos, le hacía el amor en una playa a la luz de la luna, por supuesto me masturbaba pensando en ella. Perdí el ape

San Esteban: el reino de la felicidad plena (Relatos de mi infancia)

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  San Esteban: el reino de la felicidad plena (Relatos de mi infancia) Henrique Meier Echeverría   Al año de mi nacimiento la familia se mudó a San Esteban, caserío de montaña situado a 7 kilómetros del Puerto que comenzó a poblarse a orillas del Río que tiene ese mismo nombre, el mítico Río de mi infancia, que desemboca a unos 500 metros al oeste del Muelle de pescadores de Playa Blanca en Puerto Cabello. En mi infancia fue una zona de plantaciones de cacao, fue, fue, fue, todo lo bueno se va perdiendo en este desgraciado país. En ese caserío nació Beatriz, mi hermana menor, en una casa que papá alquiló al propietario de la Hacienda San Esteban (frente a la mansión Villa Vicencio, la residencia principal de dicha Hacienda). Pasaríamos en esa inmensa casa unos 5 años, luego nos mudaríamos a una vecina adquirida por papá, a ello me referiré más adelante. Guardo un nítido recuerdo de ese caserón, a pesar de que han pasado 70 años desde que allí viví con mi familia. Según mamá: