hacia el abismo ecológico
Pueden secar los ríos, convertir en
desiertos los pocos bosques que siguen de pie en esta maltratada Tierra,
extinguir los hermosos animales que aún pueblan las selvas huyendo del acecho
humano, pero jamás podrán entender ni apropiarse de su esencia mágica, su luz
reflejada en los ojos de un halcón, el misterio de la incesante y renovada
vida. ¿Qué importancia tendría a la luz de la inconmensurable dimensión de un
universo en expansión el que desapareciera todo vestigio de vida en este
minúsculo planeta?, es posible que, en este siglo, a menos que la comunidad
internacional decida detener sin demora esta absurda carrera hacia el abismo
ecológico, la Tierra sea reducida a un planeta solitario girando sin vida
alrededor del sol como muchos otros en nuestra galaxia.
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