Es tan fácil hacer el mal
Es tan fácil hacer el mal, basta con darle rienda
suelta al mórbido impulso de destrucción, odio, violencia (Eric Fromm), ese
instinto inexistente en los animales, sólo de la especie humana. El común entre
los animales y los humanos es el instinto o impulso de conservación que explica
y justifica la violencia en casos de legítima defensa. Lamentablemente, hay una
tendencia generalizada a admirar a los hombres y mujeres que logran posiciones de poder en los
diferentes ámbitos de la vida social a costa del daño infligido a otros. Esa es
la historia de estos 20 años del reino de Caín.
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