Una opinión que contribuye a afianzar la estrategia de la negociación y la salida electoral en el horror venezolano


Una opinión que contribuye a afianzar la estrategia de la negociación y la salida electoral en el horror venezolano

Nicolás Maduro se puede prolongar en el poder después del 10 de enero, fecha en que vence su mandato presidencial de seis años, porque la oposición no tiene un líder que lo enfrente y  sustituya en la Presidencia. Y lo hará de la manera más simple: tomar posesión de una reelección fraudulenta celebrada en mayo pasado, que todo el mundo ha cuestionado y no ha reconocido. La recomendación de Crisis Group: “las facciones opositoras comprometidas con una solución negociada deberían dejar a un lado sus diferencias y forjar una estrategia y un liderazgo común. Los actores externos deberían apoyar la unidad de la oposición y evitar alimentar las divisiones insistiendo en que se celebren negociaciones sin que se den las condiciones adecuadas o sugiriendo que la intervención militar – que podría ser enormemente destructiva – es una opción viable”. Ludmila Vinogradoff. ABC.es

Esa opinión desconoce, ignora o simula la naturaleza del régimen de poder que impera en la ex república independiente llamada Venezuela.

1. Insiste en la errónea idea de que ese régimen criminal puede ser cambiado mediante una elección presidencial como si se tratara de una democracia y no de una narcodictadura militarista comunista apéndice del totalitarismo comunista cubano. Y de ahí el lamento porque la supuesta “oposición” colaboracionista no cuente con un líder que enfrente y sustituya a Maduro, el títere de la Habana en la presidencia. Señora Vinogradoff, así como la muerte de Chávez no supuso el fin del régimen chavista (como muchos lo creían, y por eso aquella consigna voceada en las marchas multitudinarias del 2002, 2003, 2004 "se va..se va", y se fue, se lo llevó la parca), la salida de Maduro tampoco supondría la liquidación de la narcodictadura porque ese régimen de poder (que no político) no es una clásica dictadura "personalista" (muerto el perro desaparece la rabia), sino una estructura muy bien organizada para permanecer de manera indefinida como es el caso del totalitarismo en Cuba. Esa estructura se mantiene por su capacidad para corromper a gran parte de la supuesta oposición asociándola a los negocios sucios vinculados al narcotráfico, al lavado de dinero, a la clásica corrupción como el caso de la empresa Odebrecht y sus sobornos (compras de consciencia), y por el soporte de las otroras fuerzas armadas del desmantelado Estado venezolano, aparte del “ejército” paramilitar integrado por cubanos, iraníes, sirios y de otras nacionalidades mejor armado que la mercenaria FAB, y del respaldo del componente guerrillero del ELN que controla más del 40% del que fuera el territorio de una nación soberana, así como de las FARC que ingresaron con sus armas al ex territorio nacional mientras se producía el gran engaño histórico, la traición al pueblo colombiano, es decir, el fraude del “Acuerdo de Paz” promovido por el farsante Santos respaldado por Raúl Castro y la nomenclatura del partido comunista cubano. Un acuerdo de paz celebrado en la Habana, sede del régimen que promovió en el pasado la violencia armada (guerra de guerrillas) y la destrucción de las democracias en América Latina.

2. Esa recomendación del denominado “crisis group”: la posibilidad de una solución “negociada” obviamente también desconoce, ignora o simula la esencia criminal de la narcodictadura militarista comunista, y no es una opción viable por las razones antes señaladas. Además, decir que una invasión por parte de una fuerza multinacional de liberación sería destructiva es cerrar los ojos ante la exitosa gestión de la destrucción de nuestro país por parte del régimen que el siquiatra Francis Delgado calificó acertadamente en el 2008 como la “secta destructiva”, ¿Cuánto más habrá que esperar para una intervención? Bueno, tal vez cuando mueran un millón o dos millones (como en Bosnia y Ruanda) independientemente del continuo éxodo que pasa al día de hoy de 3 millones de compatriotas entre los que estamos mi esposa y yo.

Nota adicional:

La complicidad del gobierno socialista español con la narcodictadura militarista comunista en Venezuela.

El Gobierno de Pedro Sánchez insiste en su política de diálogo en Venezuela y en su rechazo a la hora de condenar el incumplimiento de Derechos Humanos por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Así lo constata el Ejecutivo en una reciente respuesta por escrito en el Congreso, al diputado de Ciudadanos Fernando Maura, en la que se destaca que “la única vía que permitirá que Venezuela retorne a un escenario de respeto a la institucionalidad democrática y prosperidad socioeconómica es una solución democrática, pacífica y negociada entre los propios venezolanos en el marco del Estado de derecho”. El Gobierno de Sánchez adopta de esta manera las polémicas tesis de José Luis Rodríguez Zapatero, que lleva tiempo intentando ejercer de mediador ante Maduro requiriendo a la Organización de Estados Americanos una “oportunidad” para el diálogo. El Ejecutivo socialista destaca que, en el Consejo de Asuntos Exteriores al que asistió el ministro de Exteriores, Josep Borrell, el pasado 25 de octubre, España votó a favor de ampliar la lista de personalidades sometidas a la prohibición de viaje y congelación de activos.
El Gobierno de Sánchez sigue la tesis de ZP y defiende la única vía para Venezuela es “una solución negociada”
Sin embargo, pese a admitir que “no concurren actualmente circunstancias para levantar las sanciones existentes” el Gobierno señala a continuación que “tampoco procede a criterio del Gobierno que en el momento actual la Unión Europea expanda el actual régimen”.“La línea de la presión resulta estéril si no va acompañada de una línea de facilitación activa de la generación de las condiciones para la negociación”,señala el Gobierno. La política contrasta con la estrategia del Ejecutivo de Mariano Rajoy, partidario de aplicar una línea dura contra el Gobierno de Maduro. El Gobierno actual va más allá y opina que si “la presión es excesiva, puede impedir que llegue a prosperar esta nueva vía que quiere abrirse”.
Rechaza pedir una investigación a la CPI
El Ejecutivo rechaza sumarse a los países -Colombia, Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Canadá- que han reclamado al Fiscal de la Corte Penal Internacional la apertura de una investigación por supuestos crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela desde el 12 de febrero de 2014. La petición podría abrir una vía para frenar los abusos cometidos por el régimen de Maduro.
“Si la presión es excesiva, puede impedir que llegue a prosperar esta nueva vía que quiere abrirse”, considera el Ejecutivo. 
En su lugar, el Ejecutivo de Sánchez argumenta que “no desea interferir con el procedimiento de investigación preliminar ya abierto por la propia Fiscal en febrero, como por el temor a que una presión excesiva sobre el Gobierno de Caracas pueda impedir el acceso a una salida negociada”, insiste. Además, el Gobierno aprovecha para atacar a aquellos que rechazan la vía de la “negociación” porque “no parecen incluir una propuesta alternativa superior que asegure el retorno de Venezuela a la institucionalidad democrática y a la prosperidad sin generar inestabilidad y violencia adicionales”.Asimismo, rechaza que tanto la UE como otros países puedan interferir de manera directa en la crisis venezolana. “No corresponde sino a los venezolanos definir los contenidos y modalidades de dicha negociación. El Gobierno y sus socios de la Unión se limitarán a explorar las posibilidades de contribuir a que se generen las condiciones que hagan posible esa negociación directa entre Gobierno y fuerzas opositoras”. En las últimas semanas, el PSOE se ha negado a condenar el régimen de Maduro, en distintas iniciativas parlamentarias. 
En octubre, los socialistas, con Podemos, votaron en contra de una proposición no de ley del PP en la que insta al Gobierno a “condenar la dictadura del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, que está causando una crisis económica, política y humanitaria y que está expulsando a millones de venezolanos de su país”. El texto -que logró el apoyo de Ciudadanos- reclamaba, entre otros puntos, “exigir la puesta en libertad de todos los presos políticos en Venezuela” y “liderar las negociaciones y actuaciones de la comunidad internacional en el seno de la Unión Europea, Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA), para ampliar las sanciones específicas contra altos cargos del régimen de Nicolás Maduro”. Luz Sela. Okdiario.








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