Y sigo con lalectura de buenos libros
Los primeros libros que compré fueron obras de Herman Hesse, en particular “El Lobo Estepario”, convertido en mi libro de cabecera. Como otros jóvenes de mi época picados por el aguijón de la incertidumbre y de la soledad a pesar de vivir en una familia, me identifiqué con el personaje de ese libro, me percibía como un lobo de las estepas vagando en solitario sin compañía, incomprendido. Luego leería con profusión a Knut Hamsum, cuya obra, “Vagabundo bajo las estrellas” leí dos veces, yo quería vivir como el protagonista del relato, libre, recorriendo sin propósito definido los bosques, durmiendo en los campos, mirando las estrellas en noches despejadas, sin compromisos sociales. Sentado en un banco del mini parque de las residencias Sans Souci, leía al escritor nórdico (descubriría con el tiempo que fue partidario del nazismo alemán, desilusión) y caía en una ensoñación imaginando esa vida libre a campo abierto. Asocio la novela de Hamsum con el film “El emperador del norte” (...