El culto al cuerpo como mercancía
El culto a la juventud, al cuerpo, a la belleza física conforme a un canon impuesto, el cuerpo como mercancía, cuerpos sin alma en las redes y los medios, como trozos de carne en exposición, en secuencia sucesiva, se desfigura el sentido integral de la persona, de la mujer, del hombre, se alienta la mirada superficial sobre el misterio que somos, la complejidad de la vida encarnada en nosotros. El alma y el espíritu han sido expulsados de esta civilización del espectáculo, nada de extraño tiene la agonía de la poesía, esa expresión del alma que los poetas pretenden comunicar con las limitaciones de las palabras, porque el alma es incomunicable, su profundidad, su angustia, su desasosiego, su inquietud, su búsqueda incesante de paz y sosiego. ¿Acaso las drogas no son un escape a ese vacío de una civilización sin alma? Y allí están esos “científicos” y “filósofos” afirmando que esto que me conmueve, este hondo sentir que me inquieta desde el amanecer hasta el anochecer y aún en l...