El colchón volador
El colchón volador En una fiesta del partido político C… en la seccional de la Pastora, conocí a una morenita que estaba de caramelo, buenas tetas, piernas y culo, simpática, conversadora. Bailamos toda la noche, en particular boleros. Ya saben la razón. Como muchos de mis panas, acostumbraba ir al baño y sacarme el miembro del calzoncillo para que la hembra lo sintiera mejor al bailar y pudiera calibrar, eso creíamos, la clase de macho que la estaba “cepillando”. En mi caso, la hembra tenía que ser pequeña, de lo contrario, le arrimaría el animal a una rodilla. En un picoteo, así se llamaban las fiestas en mi juventud, me cautivaron unas piernas y su bella propietaria, rubia ella, estaba sentada y cediendo a la locura sexual de los dieciocho años, no me percaté de su estatura y la saqué a bailar. Craso error, era alta al menos para mí, pero ya no había vuelta atrás, mi cabeza apenas llegaba al nivel de sus tetas, la pandilla de jodedores comenzó a gritar “Martita e...