Las cronicas de Meier

Voy a narrar unos recuerdos de los otros viajes a la Gran Sabana. En agosto del 92, antes lo indiqué, fuimos 3 familias. Salimos de Caracas temprano, tal vez a las 9 AM, y arribamos a Upata [1] 11 horas después, a las 8 PM, obviamente agobiados, agotados, hambrientos, nos hospedamos en un hotel. En la mañana, después del desayuno, cuando metíamos los morrales en las respectivas camionetas, nos sorprendió encontrar a la ex grande liga David Concepción, quien con su familia realizaba el mismo viaje a la Gran Sabana. Le dije a Eduardo que buscara los guantes de beisbol y una pelota, y nos pusimos a lanzarnos la bola en presencia de David, se rio de nosotros, pero no en tono malicioso, quizás percibió lo que hacíamos como un homenaje pendejo a su persona. En el fondo actuamos cuales adolescentes en presencia de un ídolo deportivo. David nos reconoció porque el año anterior (1991) lo conocimos en una bodega en la población de Charallave en los Valles del Tuy. Estas fueron las circunsta...

El primero siempre será el primero, y aunque desde los dos que compartí con JEC, regresé varias veces (en el 91 o 92, en el 2006 y el 2007), la huella en el alma, los ojos (memoria visual en imágenes), en la piel, en el cuerpo, en la pisque, de ese primer encuentro con esa prodigiosa región, es imborrable. Fue, como antes dije, en agosto de 1976 en compañía de JEC y EU. Salimos de Caracas en la camioneta Chevrolet 4x4 del primero. JEC no la paraba bolas al hambre, pretendía de un tirón hacer el recorrido hasta Tumeremo en el Estado Bolívar, unas 13 horas, salimos a las 7 am y llegamos a Tumeremo a las 8 pm, agotados y hambrientos, un viaje alucinante. Apenas nos deteníamos para la gasolina y las meadas. Llevábamos unos sanduches que engullimos a las 5 o 6 horas. JEC insistía en comer en regla en el pueblo minero, pero Eugenio y yo protestamos, entonces se detuvo en la carretera de Upata a Tumeremo y comimos en uno de esos comederos donde paran los camioneros. Un pabellón del ...